Isabella Lombardo es una niña de 6 años con parálisis cerebral que vive en Australia. Hasta hace unos meses, la pequeña no podía digerir, mover sus brazos ni sus piernas y era difícil para ella comunicarse con sus papás.
Sin embargo, tras un tratamiento con células madre en Monterrey su condición y calidad de vida mejoraron.
Ahora, siete meses después regresó a la Ciudad con su papá para realizarse su segundo tratamiento.
“Cuando supimos que tenía parálisis cerebral, el doctor dijo que no volvería a caminar, que estaría en silla de ruedas, y lo que hiciera antes de los 5 años eso sería su mejor momento”, dice Joseph Lombardo, papá de Isabella.
“Estábamos muy preocupados porque no podía usar sus manos, no podía caminar, girarse, no podía hacer nada. Teníamos que encontrar una manera de ayudarla”.
Su esposa y él, cuenta, pasaron dos años buscando por el mundo una opción médica para su hija.
“Vinimos a Monterrey por la terapia de células madre que tienen, que es usando el propio tejido de mi hija”, dice. “Nos enteramos de estudios que muestran que los niños mejoran al usar células madre.
“Mi familia y yo siempre hemos querido que Isabella fuera lo más independiente posible, es todo lo que el ser humano quiere.
Sí sería fabuloso que volviera a caminar, pero justo ahora estamos en el camino de volverla independiente, que se pueda comunicar y mover”.
El tratamiento fue realizado por especialistas de Bioss Células Madre, empresa especializada en investigación y desarrollo de medicina regenerativa con tratamientos de células madre.
Concentrado celular
Guillermo Aguirre, jefe de servicios clínicos de Bioss Células Madre, explica que el tratamiento consiste en estimular por tres días la médula ósea para obtener una mayor cantidad de células madres a través de una inyección diaria en el brazo.
“Hacemos la extracción de médula ósea en un quirófano al día siguiente, y el paciente pasa a recuperación.
Después en el laboratorio separamos la médula ósea de las células madres, y ese concentrado de células lo aplicamos vía intratecal.
“Vamos directamente al sistema nervioso central y aplicamos las células madre y otra parte vía intravenosa”, afirma.
“Es un tratamiento que en Australia no se realiza, y Bioss Células Madre es uno de los pioneros. Atendemos a personas con autismo, parálisis cerebral infantil, que han sufrido un infarto cerebral o un accidente cardiovascular”.
Ana Carolina Ramírez Cazares, hematóloga del staff médico de Bioss Células Madre, dice que después de la primera sesión, Isabella aumentó su fuerza muscular, logró más extensión de los movimientos en sus extremidades, ya camina un par de pasos y puede digerir mejor la comida.
“La parálisis cerebral es una condición en donde existe una interrupción en el desarrollo neuronal y motor que condiciona ciertos síntomas, como la disminución total de los movimientos y disminución en la capacidad para deglutir.
“Después de una terapia con células madres no se retrocede a su estado anterior, lo que gana se acumula, no se pierde, y en una segunda terapia esperamos que siga habiendo mejoras”, indica.